Transgénicos en el Perú. La peor oportunidad de negocio

Publicado: 7 septiembre, 2010 en Desautorizado

Pajares Correa, Franco
MA TC 46 – 1. ESAN. Pensamiento Crítico. Prof. L.F. Calderón, L. Piazzón.
Lima, Octubre 2009

Resumen

Los transgénicos en el Perú constituyen la peor oportunidad de negocio para el país, tanto a nivel económico, como social, político y ecológico. Si bien es cierto, la maquinaria de marketing y la estrategia de negocio de multinacionales como Monsanto, para expandir cada vez más el negocio de los transgénicos, está muy bien estructurada y hace ver a estos productos como unidades claves en el desarrollo de un país, el impacto en los niveles descritos anteriormente será terriblemente perjudicial.

¿Qué son los transgénicos?

Dicho de la manera más sencilla, un organismo genéticamente modificado (GMO) o un transgénico, es aquel al cual se le ha modificado el ADN (se le han insertado, quitado o movido genes), con el objetivo de mejorarle ciertas propiedades.

¿Qué propiedades? Pues las económicamente más rentables. Aquéllas que permitan reducir los costos al mínimo. En el caso de las plantas transgénicas, que son las que ya se cultivan en el país (La República, 2009:1), las propiedades son tres principalmente: la resistencia a los pesticidas, la resistencia a las plagas y la mayor productividad por m2. Según Monsanto (Hindo, 2007), los costos por acre de las semillas de maíz son US$ 36 más que las semillas normales, pero el ahorro en insecticidas y herbicidas es del 50%.

Puntos a favor

En apariencia y con las condiciones comerciales tan paupérrimas por las que atraviesan nuestros agricultores, estas ‘sorprendentes’ ventajas en las semillas de los GMO ayudarían inmediatamente a mejorar sus condiciones de vida, claro está con un subsidio del Estado[1].

Además, con la explosión en el uso de los bio-combustibles (Zegarra, 2008), se producirán numerosos efectos favorables para su uso. En primer lugar, al haber más necesidad de tierras para cultivos de etanol, los espacios destinados para la agricultura se reducen, haciendo que los precios de los productos para el consumo masivo se incrementen (El Comercio, 2008). La solución que se hace notar de por sí (y que podría ser la única económicamente viable) es el cultivo de transgénicos, ya que no utilizan demasiada área de cultivo, y sus costos son menores, lo que haría que su precio al público disminuya.

Realidad. Puntos en contra

Transgenico ¿Y el equilibrio ambiental? La doctora Gutiérrez, presidenta de la Sociedad Peruana de Genética (El Comercio, 2008), dice textualmente “No sabemos el efecto ni el alcance que esto (el uso de los GMO en el Perú) pueda tener, no sabemos nada”

El ingeniero agrónomo Luis Gomero, presidente de la Sociedad Nacional de Ambiente (El Comercio, 2008), afirma que va a ser muy difícil controlar el uso de semillas GM y que con el tiempo, toda nuestra gran variedad genética se verá contaminada. “Los cultivos transgénicos pueden contaminar cultivos locales de la misma especie (cruces por desplazamientos de polen) produciendo la pérdida de la biodiversidad genética es sabido, conocido y aceptado. En un país como el Perú eso sería una catástrofe”, concluye.

¿Y el cáncer? El debate está abierto en este punto, si bien es cierto las causas del cáncer son poco conocidas, sí lo son muchos de sus disparadores. Uno de ellos son los químicos de la comida chatarra, minerales y otros que activan ciertas funciones celulares que producen la creación de los tumores malignos. Estos químicos, se encuentran generalmente en los pesticidas, y al ser los GMO más resistentes a su uso, los agricultores los utilizarán de igual manera. El resultado, productos mucho más contaminados con químicos, además de una estructura genética diferente. Conclusión, un riesgo mayor al de alimentarse con productos de estructura genética ya conocida para nuestro organismo.

Estrategia país. ¿Oportunidad o asesinato?

Qué se puede obtener de introducir GMO al Perú. Pues como ya se dijo, una catástrofe.

El Perú es uno de los países de mayor biodiversidad del mundo (Brack, 2005), el banco genético de la Tierra. Introducir productos transgénicos como parte de cualquier política ya sea alimentaria, social, industrial, exportadora o energética, sería un asesinato a una de nuestras mayores ventajas competitivas frente, en primer lugar a los países de la región, como Argentina y Brasil, que sucumbieron ante las presiones (Zegarra, 2008), y en segundo lugar frente al resto del mundo.

Además, si se analiza la demanda de productos orgánicos libres de contaminantes o mutaciones, se observa que ésta creció, sólo en el Perú, en 13% del 2008 al 2009. Países como Ecuador y Chile, ya están aprovechando esta creciente demanda para replantearse estrategias mucho más agresivas de negocios, principalmente en los mercados meta como son USA y Europa, así como en el nuevo mercado que está incrementándose cada vez más Asia (El Universo, 2009).

Si se piensa, ítem por ítem, y de manera seria, en cualquiera de las estrategias a seguir por el país, notaremos que los transgénicos destrozan a mediano o largo plazo cualquiera de ellas, y en general al país. Por ejemplo, si se plantea la estrategia social, para favorecer a los agricultores más pobres; se tendrá que un mediano plazo sus costos de producción disminuirán, pero los precios de sus productos también, debido a la creciente demanda de productos orgánicos, siendo lo peor de este hecho que sus tierras ya no podrán recuperar el potencial para el cultivo orgánico previo. De esta manera, las condiciones de pobreza, continuarán y se habrá perdido una gran oportunidad para despegar como país diferenciado orgánicamente para el mundo.

Si se toma una estrategia energética, de producción de etanol (por ejemplo) a través de canola u otros, se corre el gran riesgo de quedarnos sin tierras fértiles, además de la gran contaminación genética de, como ya se dijo, nuestra gran biodiversidad. Además, no tenemos las pampas Argentinas o Brasileras, ideales para estos cultivos. ¿Y el gas?

La estrategia exportadora de transgénicos, es criminal. Competiríamos con los productos que las súper potencias exportan (USA, Canadá, Rusia) en un mercado donde la demanda es cada vez menor. ¿Acaso no hay economistas en el Ministerio de Agricultura? ¡Cierto! Hay puro lobby.

¿Y Monsanto? Y el lobby

Monsanto es la corporación de mayor presencia y crecimiento en el tema de los transgénicos en el mundo (90% de las semillas transgénicas son vendidas por ellos). Su estrategia empresarial, luego de la devastadora campaña en su contra y en contra de los alimentos transgénicos en el 2002, levantó a la compañía hasta el lugar que ocupa ahora (su ratio de ganancias es 2 puntos más elevados que el de Google). Pero en qué consistió dicha estrategia, pues en limpiarse. Pasar del marketing del consumidor final (Marketing B2C), en donde se resaltaban colores, tamaños de los productos transgénicos, al marketing a productores de alimentos u energía (Marketing B2B), en donde se ofrecía grandes beneficios (en reducción de costos) a los productores de pollos, cerdos, vacas, etc, o a empresarios del creciente negocio del biocombustible. La gente no lidiaba con los problemas de los transgénicos directamente, y la empresa controlaba el monopolio de los mismos, hacia los productores, principalmente vendiendo las semillas GM.

¿Qué pasa en el Perú?, pues Monsanto quiere entrar (o ya entró) para la producción de productos transgénicos. Un mercado como América Latina es muy deseable para una empresa como esta, ya que si se destruye la biodiversidad del mundo, lo cual es uno de sus objetivos (Hindo, 2007), ellos tendrían el monopolio de las semillas transgénicas, que modificarían de acuerdo a sus intereses comerciales. Mercados como Argentina o Brasil, ya han sido inundados con estos cultivos. En el Perú, a pesar de opositores de peso como el Ministro del Ambiente, Antonio Brack, Monsanto está haciendo un lobby terrible con otros organismos públicos, sobre todo con el Ministerio de Agricultura, para que se regule y se apruebe la venta de estos productos.

Los problemas se agravan con el desconocimiento de la gente, pero sobre todo con el ingreso ilegal de semillas transgénicas al país (La República, 2009:2). Por más que existan esfuerzos de impedimento o retraso de los permisos para los transgénicos, por la vía ilegal estas semillas ya están entrando. El Estado deberá, de manera inmediata, eliminar estos cultivos, ya que si de manera planificada y como estrategia, su uso puede ser una catástrofe, de manera ilegal y sin planificación, su uso eliminaría cualquier posibilidad agraria, culinaria o exportadora no tradicional del país.


[1] Este hecho no sería muy recomendable por los ya conocidos problemas de corrupción que atraviesa el país.

Franco

comentarios
  1. brenda chalco dice:

    totalmente de acuerdo, ya se a comprovado q los trangenicos provoca cancer de estomago, prostata, higado…….. lo perojudicial no solo es en lo economico, social, politico y ecologico si no en la ¡¡SALUD!!!! PIENSEN en su organismo

  2. brenda chalco sjb ica la unik dice:

    eso es karajo

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